Una forma muy conveniente de recorrer Europa, ya sea en cortas, medias o largas distancias es subirse al tren. Tanto Europa Central como Europa Occidental cuentan con una red ferroviaria muy grande que es usada permanentemente, con la ventaja que llega a casi la totalidad de países que integran la región.
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Se trata de trenes confiables, frecuentes y rápidos en distancias cortas. Ya para largas distancias, cada vez son más los usuarios que los prefieren a tener que volar, las razones son muchas y diferentes, entre ellas encontramos que los trenes resultan mucho más espaciosos y cómodos que el interior de la cabina del más moderno avión, además, los trenes ofrecen vistas panorámicas espectaculares y también, no son tan estrictos por motivos de seguridad como puede resultar un aeropuerto.
Hoy, viajar en tren es una opción de las sociedades lo que hace que las oportunidades de movilizarse en ellos a diferentes destinos resulten casi infinitas. En la actualidad, toda población que supere los 50000 habitantes cuenta con una estación con conexiones y aquella que no tienen el servicio, disponen de muy buenas conexiones con autobuses integrados al sistema ferroviario.
El servicio se encuentra tan perfeccionado que existen tarjetas de descuentos en Europa, se trata de la tarjeta RailPlus Card (una de las más populares). Está tarjeta se puede obtener teniendo una tarjeta de descuentos de un país, si tienes tarjeta de estudiante o has alcanzado determinada edad. Con la tarjeta RailPlus Card podrás recibir un descuento del 25% en viajes por diferentes países europeos: Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Gran Bretaña, Italia, Croacia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, Polonia y Rumania, y muchos otros.