Me gusta mucho viajar en tren, al menor de mis hijos también. Viajar en tren siempre me pareció algún tipo de aventura salida de esas películas de vaqueros donde yo era la protagonista. Los viajes en tren tienen para mí un encanto particular, mi mente se escapa y sale a volar vaya una a saber donde.
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Siendo niña disfrutaba al igual que ahora, ya crecida, lo sigo haciendo. Me gustaba sentarme del lado de la ventana y ver pasar el paisaje como pasa un calidoscopio sus imágenes. Menudos sustos me he llevado al estar tan concentrada en el paisaje, que al pasar otro tren circulando por la vía contraria me hacia saltar en mi asiento, lo que generaba una sonrisa cómplice del resto del pasaje.
Al viajar en tren me gusta observar a las personas, imaginar a que se dedican, donde van, de donde vienen. Disfruto viendo el afuera, los distintos pueblos o ciudades, todas parecidas, pero al mismo tiempo tan diferentes que con sólo ver sus edificios, notamos un parecido y también, las diferencias. Un viaje en tren puede dar mucha tela para cortar, inclusive si se es un niño. Los viajes en tren tienen para mí algo de novela de Ágata Christie, y si se trata de un viaje nocturno mucho más aún. Siendo niña y en esos viajes de larga distancia cuando se apagaban las luces para que pudiéramos descansar, al ver a las personas levantarse y caminar por el vagón yendo, váyase a saber donde (aunque lo puedo imaginar), sentía haber quedado al acecho de algún “asesino” que terminaría con todos nosotros. Increíble lo que puede llegar a ser la mente de un niño.
Hoy ya grande, y salvando las distancias disfruto de los viajes en tren al igual que siendo niña. De aquel tiempo, cuando era niña a la actualidad, los trenes han cambiado, pero un tren sigue siendo un tren. Que importa si es impulsado por las antiguas máquinas de vapor, las Diesel, eléctricas o TGV.
Todos los viajes en tren son encantadores, divertidos, sensacionales, algo que espero poder realizar cada tanto, algo que va a seguir disfrutando la niña que sigo conservando en mi interior. Si bien es cierto que hoy en día ya no viajo tanto como quisiera, viajar en tren es algo que recomiendo hacer, por que son cómodos, son baratos, van a todas partes y rápido. Hoy podemos viajar con nuestro coche en el mismo tren, podemos disfrutar de un café mientras vemos el paisaje por sus ventanas, sentados cómodamente en el salón comedor. Los viajes en tren han cambiado y mucho, y esos cambios han sido para bien.