Para los viajeros que tengan pensado visitar Vilanova en Barcelona, les recomendamos no dejar de darse una vuelta por el Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltru. La llegada del ferrocarril en 1881 a Vilanova i la Geltrú a través de la línea costera supuso una auténtica revolución, ya que transformó las actividades económicas y su trama urbana, abriendo a la población hacia el exterior…
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La zona, se encontraba aislada por la barrera orográfica del Garraf, lo que dificultaba sus conexiones terrestres. La nueva infraestructura ferroviaria sirvió para unir a Vilanova con Barcelona y de está manera acelerar el desarrollo industrial de la villa.
Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltru
Las instalaciones donde se ubica el museo son gestionadas por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, y están consideradas de gran interés histórico por ser uno de los pocos depósitos de locomotoras de vapor de finales del siglo XIX que aún se conservan. Al igual que la mayoría de las edificaciones industriales del Sistema del Museo de la Ciencia i de la Técnica de Cataluña, al que pertenece este Museo, alberga hoy una colección de vehículos única en el mismo emplazamiento en donde llegaron a trabajar más de 900 personas.
El museo es custodio de una colección con más de sesenta vehículos de todas las épocas, tecnologías y países. Entre ellas destacan 28 locomotoras de vapor, coches de viajeros, máquinas diesel o eléctricas y otros vehículos curiosos.
El Museo siempre está asumiendo nuevos desafíos. Uno de ellos es involucrarse con instituciones, empresas y colectivos en su presente y futuro. Para conseguir que el Museo sea un referente y portal de acceso al mundo del ferrocarril catalán, es preciso la complicidad y la voluntad de los agentes públicos, privados y, en especial, de la sociedad civil.
Sin duda su colección de vehículos es lo más importante del Museo. Ubicada en el singular edificio de la rotonda y en el haz de vías contiguo, está agrupada en torno al puente giratorio que, aún hoy, realiza la función original para el que fue construido. Está formada por veinticinco locomotoras de vapor dispuestas de forma cronológica, así como un conjunto de coches antiguos y de locomotoras diesel y eléctricas. Existe además un espacio dedicado al material Talgo, donde se puede acceder al interior de una composición completa del Talgo II, que supuso una revolución en los años cincuenta en cuestión de diseño y confort.
Los elementos de estación componen una colección muy heterogénea de objetos, ya que responden a una variada tipología asociada a las diferentes funciones y tareas que se han realizado en las estaciones. De entre todos ellos, destacan por su vistosidad las campanas de estación, las placas identificativas, los relojes, los bancos de las salas de espera, las carretillas portaequipajes y las básculas, las máquinas expendedoras de billetes, los compostores, los cuadros eléctricos, las lámparas…, etc. Todos ellos se ubican en el edificio principal y en la sala Espacio Siglo XXI, formando parte de las diferentes exposiciones permanentes y temporales, en su caso.